domingo, 13 de diciembre de 2015

DÍAS.

Día, del latín dies-diei, lo entendemos siempre como el transcurso de 24 horas, pero también tiene otra connotación. La luz, el despertar, el Sol, la rutina, la aventura, el calor, el amanecer, el anochecer, la vida.
Hay días de todos los colores, que son como el arcoiris, hay otros en los que predominan las gamas de grises y negros. E incluso otros, neutros, sin color, blancos.
Hay días de todos los tejidos. Hay días suaves como la seda, en los que todo fluye, en los que todo funciona. Otros rugosos, difíciles, pero que pasan. Otros ásperos, en los que mejor no tocar nada, que pica. Hay días del tacto de la piel, y otros del tacto del hielo.
Al igual que personas, hay días de todas las clases. Y hemos de pasar por cada uno de ellos, a pesar de que por algunos es mejor no pasar más de una vez.
Pero ¿y qué? Hay que dejarlo marchar, que si un día será feo, si un día será gris, el próximo será verde. Que sí un día nos duele caminar, al próximo escalaremos el Everest, o quién sabe, treparemos un nuevo torso.
Los días, por suerte o por desgracia, siempre acaban para dejar paso a la noche, dulce y misteriosa desconocida. Es por la noche cuando más cosas suelen suceder. La noche nos oculta y a la vez nos hace más vulnerables. Es por la noche cuando expresamos lo que sentimos. Cuando soñamos cosas prohibidas. Cuando decimos la verdad de nuestro alma.
Días y noches, noches y días.
No son fáciles. No son tarea sencilla. Días interminables, días llenos de recuerdos, tristes o bonitos pero que no vuelven, y cuesta asumirlo. Otros días repletos de felicidad, acompañados por sus noches.
Lo que está claro, es que depende en gran parte de nosotros si queremos convertir un día que quizá puede ser duro, feo, triste en otro en el que el Sol ilumine ese gris.
Pinta tu día del color que más te guste y rodéate de aquellos que sepan como mejorarlo.
Pinta tu vida, tus días, y exprímelos. Porque nada es eterno, ni siquiera los días.
Y como diría Florence.. It's always darkest before the dawn. (Siempre es más oscuro antes del amanecer)

lunes, 30 de noviembre de 2015

¿Cómo suena?

Primera entrada de algo que parecía no llegar. La espera ha sido larga pero por fin puedo escribir todo lo que me plazca, sin reparar en tiempo, en tema, en motivo o razón. 
Los días se hacen largos, duros y fríos, ¿qué mejor manera de no ahogarse en la melancolía?
No sé. Escribir ayuda a todo. Es una forma de decir lo que piensas sin tener que alzar la voz. Plasmar los pensamientos más profundos de nuestro cerebro y los sentimientos más recónditos de nuestra alma para que quizá algún día otros los puedan leer y sentirse ¿por qué no? identificados con lo que vivimos en ese momento. 
Otras veces es tan sólo liberar nuestra mente, dar rienda suelta a nuestra imaginación. Desde lo más sucio hasta lo más perfecto, creando un universo literario que puede ser maravilloso. 
Escribir la letra de una canción para que se grabe más en nuestro pensamiento. 
Escribir un poema de algún joven poeta que nos engancha.
Escribir es siempre crecer, mejorar y compartir.