jueves, 29 de diciembre de 2016

¡Ayuda!

Esta realidad no hace más que molestar.
Me duele, me hiere, me pincha, me aturde.
Oigo y escucho los gritos de niños,
de madres, de hombres, gritos de muerte sufrida,
de terror compartido, de heridas internas.
Veo la muerte, manipulada, machacada, cabezas,
que giran, que vuelan, sin más, no más vida,
no más sueños, sólo tesmpestad.
Armas, disparos, bombas, llantos,
colegios, ciudades, países enteros.
Y mientras, el oro, el dinero,
la realidad construida como un entramado de engaño.
Nos mienten, se ríen, y nada cambia.
Nada deja de doler, ese niño no deja de llorar.
¡Por favor que paren ya!
Las guerras, esta puta sociedad,
presidentes que se ríen y se regocijan en su falsedad.
¡Ayuda, necesitamos, más, necesitamos cambiar!
No podemos, no puedo, con estos aullidos,
de ayuda, de espanto, de "¡quiero seguir vivo!"
Ya no sé que versos escribir para esa persona de ahí,
que sé que con ojos vivos, siente que muere en cada amanecer.
Ya no sé, cómo puedo expresar este llanto interno
que empapa mi alma, de rabia, de dolor y  frío.
Ya no sé, como vivir, en este hastío,
en esta vida injusta,sin moral y dolorosa.
Ya no sé, como hacer frente al temporal
de sentimientos, que me envena por vía intravenosa. 
Y aún en contra de lo previsto, en contra de esa quietud,
no dejaremos que nos seduzca el conformismo.
Ya se acabó el darlo todo por perdido, ya se acabó el pesimismo.
Disparad si queréis, que no hay bala tan fuerte
que traspase el corazón de un mundo entero unido.
Matad si queréis, que a las palabras no las asesina nadie,
ni nada puede borrar la esperanza con las que éstas han nacido.
Conseguiréis hacernos daño, pero nunca arrebatarnos la fuerza.
Conseguiréis sacrificios y gritos, pero nunca separar las almas.
Conseguiréis daño y dolor, pero jamás conseguiréis
lo que puede alcanzar un corazón.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Amistad.

Amistad, ¡qué gran tesoro!
Por la noche sueño contigo
y durante el día reluces como el oro.
No importan los días,
tampoco los años,
permaneces a mi vera.
Como si de un tronco se tratara,
firme, segura y duradera.
Distante cuando es propicio,
pero siempre alejándome del precipicio.
Amistad y cariño son la suerte del que apuesta,
el premio del que vive y el regalo
del que entrega.
¿Qué más bonito habrá en esta vida dolorosa
que los ojos de un verdadero amigo?
¿Qué lugar para el refugio
más seguro que su abrigo?
Oh, amigo, oh amistad, no me dejes,
no te vayas, pues sin ti hay soledad.
Pero confío en que tras la vida,
si experimentamos esa  sentida despedida,
nos una la muerte,
pues es amigo el que contigo vive,
y es amigo el que donde esté, siempre se siente.

domingo, 21 de agosto de 2016

A ti.

Lo que daría porque pudieras escucharme no es comparable a la tristeza que me invade cuando soy consciente de tu ausencia. Una ausencia sana y justa pero siempre demasiado temprana.
Recuerdo tu sonrisa y tus costumbres, como comías y como, de una forma bastante bondadosa, me aconsejabas acerca de la adversidad.
Echo de menos ver tu espacio ocupado y tus chistes, los cuales mostraban que tu humor era eterno, tus juegos de manos, tus historias, que de haberlo sabido te habría preguntado cien más y todo aquello que formaba parte de nuestra relación, ya sabes, esa magia y esa complicidad irremplazables.
Solo me acuerdo de ti para cosas bonitas, pues no hay nada más bello que tener una persona que te escucha e incluso te admira. Pero me duele, me duele como cuchillos en el alma no tenerte ahora, extrañarte... la de conversaciones que me debes, la de te quieros que te debo.
Hoy es solo un día más en el que mi hastío por tu ausencia se hace patente. Al menos te siento conmigo a cada paso, como una luz que desde lo más alto me indica el camino y me coge la mano en cada decisión que tomo, y quizá es por eso que te escribo, porque sé que cuando lo lea en voz alta tu estarás escuchándome, pues es tu alma la que inspira a mis versos.

miércoles, 29 de junio de 2016

Mi mente y yo.

Suelo asustarme de mi misma. No es miedo a lo que soy capaz de hacer, sino miedo a lo que soy capaz de imaginar o pensar. Me cuesta con palabras expresar esa sensación, pero desde pequeña tenía miedo a quedarme sola en algún lugar y ponerme a reflexionar, quizá porque sé lo lejos que puede llegar mi mente y el daño que puede hacerme, la de miedos que puedo generarme yo misma y la de ideas que se escurren entre mis neuronas. Sin embargo, aunque todavía hoy tema aquello que puedo llegar a pensar, soy cada día  más consciente de que soy yo la que creo ese pensamiento y la que es dueña únicamente de éste. ¿Miedo a mi mente? Es poderosa, es genial, pero es mía. 
¿Miedo a estar sola en algún lugar? Jamás, respirarse a uno mismo es el regalo más grande que tenemos. 
En definitiva, y no sé si a alguien más le pasa, que supongo que si, en ocasiones nos asustamos de nosotros mismos, de nuestra capacidad de imaginación y de lo lejos que podemos llegar, nuestra abstracción, y por supuesto sacar a relucir todos nuestros verdaderos miedos y desnudarnos ante ellos, hacerles frente. Pero, creo, que esa es la única forma viable de superarlos y enfrentarnos a éstos. Hemos de domar nuestra mente, nuestro pensamiento, exprimirlo, pero jamás dejar que nos domine o nos subyugue. Al fin y al cabo, nuestra mente es la más poderosa arma que poseemos, ¿de doble filo? por supuesto, pero puedes pulir ambos lados y hacerla tuya. 

lunes, 30 de mayo de 2016

POESÍA.

Poesía de risa.
Poesía de llanto.
Poesía que todo
a mi me lo ha dado.

Poesía que bate
mis alas al viento.
Poesía que borra
el remordimiento.

Poesía que cura.
Poesía que duele.
Poesía que siente.
Y poesía que miente.

Poesía que ama.
Poesía que sueña.
Poesía que nace
en cualquier cama.

Poesía que vivo.
Poesía que muero.
Poesía que es triste
hasta cuando no hay miedo.

Poesía que leo.
Poesía que musito.
Poesía que canta
todo lo escrito.

Poesía que lucha.
Poesía que truena.
Poesía que depura
todas mis venas.

Poesía de verde.
Poesía para ti.
Poesía que enseña.
Y poesía que aprende.

Poesía de Bécquer.
Poesía de Neruda.
Poesía de Alberti.
Y poesía de Cernuda.

Poesía que es mundo.
Poesía que es cielo.
Poesía que mueve
lo que no mueven los dedos.

viernes, 13 de mayo de 2016

Olvidamos y seguimos respirando.

El dolor nos afecta a todos. Ser humano es sentir dolor. Es sufrir. Es respirar. Y chillar de pánico y a veces de placer. Vivir es sufrir, y aunque pueda ser muchas otras cosas, nunca olvides que el sufrimiento es la base de toda tu existencia porque sino eres capaz de asumirlo estás perdido.
Mi vida merece ser vivida y disfrutada. Merezco mi derecho a la vida. Pero al igual que yo, europea con derechos, lo merecen todos los pertenecientes a otros continente, u a otras religiones. Tú, quien quiera que seas, mereces una vida disfrutada. Mereces tu respiración y mereces tu sonrisa. Mereces despertares y anocheceres. Mereces exprimir la felicidad tanto como yo. Pues ambos nacimos sin elegir donde lo hacíamos.
Tú, no mereces morir entre sufrimiento sólo por pensar distinto a como lo hago yo. Te mereces escuchar a tu grupo favorito en directo, emborracharte, hacer el amor con alguien a quien ames, adquirir conocimientos... Pero a diferencia de mi, tú, según otras personas que si se regocijan en esas acciones, no mereces ser persona ni tampoco vivir (o al menos intentarlo).
Nosotros, los hombres, somos los que verdaderamente creamos el mal. Hay quien nace con él, un pequeño porcentaje si lo comparas con la cantidad de personas que no lo hacen. Y luego hay otras que lo generan. Y no hablo de un terrorista que mata a sangre fría, que también, sino de aquellos que provocaron ese mal por el que ahora se mata.
El odio generado por los hombres sólo puede ser solucionado por nosotros mismos. Ya que el dolor es para todos. Y sufre tanto como yo un sirio cuya vida para nosotros vale menos. Sufre el atentado. Sufre el maltratado. Sufre el humano incomprendido. Sufre aquel que está marginado.
Y no entiendo como siendo todos habitantes de este bello planeta, capaces de inventar armas, máquinas, drogas, capaces de llegar a la luna, no somos capaces de algo todavía más sencillo y natural como es amar a quien tenemos al lado, pues decir "bienvenido" nunca sonó tan falso.
Hoy, hace 6 meses de la tragedia francesa, pero tan sólo horas de que murieran iraquíes a manos de las mismas personas.
Hoy denuncio que la vida ha de tener el mismo precio para todos aquellos enemigos del mal.
Hoy reclamo que amemos y sanemos, que se cierren los abismos de este infierno.
Hoy exclamo que el peor diablo es el hombre y que el más efectivo ángel son nuestros corazones.
Hoy te pido a ti, que lees esto, que no trates de vivir tu vida esquivando la tragedia del vecino.
Hoy te pido que asumas que el sufrimiento es compartido.
Hoy te digo, que el terrorismo es cosa nuestra y que sólo con tu ayuda podemos pararlo.
Hoy te pido que dejes de odiar callado para empezar a luchar gritando.

domingo, 24 de abril de 2016

No te conformes.

No te conformes. Pero así, tal cuál. Nunca. Ni por las mañanas cuando vas a vestirte con el primer modelito que se te ocurre. Ni con un sólo beso de tu madre de buenas noches. No te conformes. Jamás. Ni con un abrazo con olor a despedida.Ni con una mirada a un extraño que pudiera abrir una nueva puerta. No te conformes. Con nada. Ni tampoco te conformes con todo. No te conformes con regalar una sonrisa. Ni tampoco con recibir una llamada por cumplir. No te conformes. Pero ni hoy, ni mañana, ni ayer. No te conformes con un futuro monocromo.No te conformes con idealismos baratos, ni con cánones absurdos, que tu vales mucho más.No te conformes, ni se te ocurra conformarte.No te conformes con un orgasmo. Tampoco te conformes con una buena comida, pues siempre ha de derivar en una mejor cena. No te conformes con un lugar. Muévete, experimenta, cambia. Nunca te conformes. Que ni se te ocurra conformarte con una sola boca, has de probar muchas hasta que llegue una que te haga sentir el más inconformista.No te conformes con un perfume, crea diversos registros en tu piel, y hablando de piel, no te conformes con caricias de cualquiera. No te conformes con un sólo tatuaje, o un sólo color de pelo.Tampoco creas que te puedes conformar con un simple comentario en Youtube, esto es sólo el comienzo del deseo inconformista. No te conformes. Ni siquiera te conformes con una cerveza, rebélate y pide otra.Con una única canción tampoco hay que conformarse, que suene el disco completo y luego los ves en directo.¡Y qué decir de conformarse con un sólo libro! Pecado capital. No te conformes con un <<te quiero>>, ve más allá, comienza una revolución en tus palabras.No te conformes con un domingo de resaca, han de ser también viernes y ¿por qué no? miércoles.No te conformes con un político ladrón, ni tampoco con el que promete y nunca cumple. Esa otra, no te conformes nunca con una palabra bonita. No te conformes jamás con mirar, actúa. No te conformes con respirar, haz crecer. No te conformes con mirar el espectáculo de la vida desde el palco, atrévete a participar en ella. No te conformes con donar dinero, viaja y llénate. Comparte tu vida, y no te conformes con vivirla solo. No te conformes nunca. Con nada. Con nadie. No te conformes ni siquiera, con una sola vida.

martes, 5 de abril de 2016

Pasó.

Llega un momento en el que te das cuenta de que todo ha pasado. Que si, que volverás a sufrir, volverás a llorar sin freno, volverá tu corazón a clavarse en tu ser. Pero no por el momento. Ahora estas recompuesta. El betadine en forma de sonrisas hizo su efecto y ya estás curada. Las tiritas para quien las necesite ahora, que tu no. Tus pensamientos dolorosos ya no te producen escozor, ni siquiera angustia o pinchazos incesantes en tu alma. Se acabó. 
Se acabó todo lo que conllevaba ese dolor. Se superó. Se terminó. El verbo que quieras que signifique que ese capítulo está cerrado. 
Y entonces, estás preparada para muchas cosas para las que todavía no lo estabas. Ni siquiera  lo estabas hace un mes cuando ya no dolía pero todavía existía el odio. Ni tampoco cuando disfrutaste huyendo de boca en boca. Es ahora, cuando hablas del sufrimiento como algo que le ocurrió a otra persona. Cuando todo lo que fluye alrededor de eso ya no te perturba la existencia. Ni tampoco lo hace esa persona. 
Estás en paz contigo misma. Con el alma del otro. Con ese tema. Con lo que te rodea. Y ya eres capaz de nuevo de todo, aunque bien es cierto, que siempre has sido capaz de todo, nunca has dejado de serlo. Pero por si acaso. Ahora más. 
Y puedes mirar libremente, y puedes pensar sin poner barreras. A veces la nostalgia vuelve, pues los momentos que perduran en la eternidad de nuestras almas no desaparecen, y eso va siempre con nosotros. Pero los aprecias, ya no los maldices ni los intentas borrar con corrector. 
Ya pasó. Sabes que estás preparada para volver a hacer latir ese corazón, y que quizá vuelva a romperse. Pero seguirá funcionando. Es así la mecánica del corazón, como diría Mathias Malzieu.
Y no hay más que expresar, si ambos sabéis lo que fue, lo que es y lo que será. Ni tampoco hay más que lamentar, ni suplicar, ni arrepentirse.Ni quejarse, ni perder. Ni tampoco extrañar. 
La vida une y separa de la misma forma que crea y mata. Y nadie nunca cambiará eso.
Y tú nunca volverás al mismo círculo hiriente alrededor de alguien. O al menos de ese alguien. 
Las cosas terminan, unas veces mejor, otras peor. Unas veces tú sufres más y otras tú siquiera sientes nada. Pero en esta ocasión, el sufrimiento ha sido compartido y nunca será olvidado, como tampoco lo serán las sonrisas. 
Lo esencial, de estas palabras que escribo un martes de Abril cualquiera, es que te has sobrepuesto al dolor. Has alcanzado la cima que necesitabas alcanzar. Puedes respirar profunda y tranquilamente. Que ya todo se acabó. 

Que ahora si que puedes escribir un reconfortante punto y final. 

sábado, 2 de abril de 2016

Ahora.

Ahora que me enseñas a vivir.Ahora que te ríes junto a mí. Ahora que no miras hacia atrás. Ahora que dibujamos un presente policromo. Ahora que la vida nos enseña a compartir, a amar, a disfrutar. Ahora que la distancia nos une más que nunca. Ahora que tus abrazos me recomponen de todo aquello que me quiere romper. Ahora que me proclamas a los cuatro vientos que soy todo lo que quieres. Ahora que les jodan a ellos. Ahora que nos bastamos solas. 


Ahora que creamos un eclipse momentáneo y al mismo tiempo eterno. Ahora que caminamos a pasos largos pero precavidos. Ahora que te duele y yo te curo. Ahora que nuestras lágrimas se bañan en las mismas mejillas. Ahora que tus hoyos sonríen a mi vida. Ahora que mi vida sonríe a tus hoyos. Ahora que tu pelo se enreda entre mis anillos. Ahora que luchamos y peleamos contra ellos. Ahora que el dolor es compartido. Ahora que sabemos como remontar. Ahora que tu hombro es solo mío. Ahora que no irrumpe nadie más. Ahora que empezamos nueva etapa. Ahora que solo hablamos con miradas. Ahora que mis ojos te llaman. Ahora que acudes sin siquiera necesidad de mirarlos.
Ahora que reímos descontroladas. Ahora que bebemos y corremos sin mirar el minutero. Ahora que tus hijos me conocerán como una tía. Ahora que cubrimos el puesto de hermanas. Ahora que vivo en tu casa más que en la mía. Ahora que ninguna palabra queda entre nuestros labios escondida. 
Ahora que tu nombre me gusta cada día más. Ahora que se nos presenta un futuro parecido. Ahora que todo va a cambiar. Ahora que nos hacemos más mayores. Ahora somos conscientes de lo vivido. Ahora yo te digo que nos queda mucho más. Ahora que nuestras almas son compañeras de viaje. 


Ahora que tu ausencia podría matarme. Ahora que el equilibrio siempre está vivo. Ahora que la M y la Y suenan como la más bella melodía. Ahora que reflexionamos sobre el paso de los días. Ahora que la enfermedad o la muerte no conseguirán romper. Ahora que andamos sin necesidad de correr.
Ahora que tus manos ya no azotan mi inocencia. Ahora que mi imaginación no molesta a tu realismo.
Ahora que quiero volar y tu me adviertes. Ahora que la altura nos iguala. Ahora que cuando nadie me encuentra, es porque estoy bajo tu cobijo. Ahora que doy gracias por haber aparecido en mi camino. Ahora que tememos la una por la otra. Ahora que somos el vivo ejemplo de amistad.Ahora que eres mi persona.
Ahora que tu me prometes un ahora. Ahora, que significa para siempre.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Me hallo.

Me hallo en un ser o no ser.
Me hallo en la noche en las copas de los árboles.
Y al amanecer me hallo escondida entre los matorrales.
Me hallo, a veces, perdida, confundida.
Me hallo, otras, incendiada, quemada y destruida.
Pero me hallo, muchas más, con oxígeno denso, calando todas las partes de mi profundo cuerpo.
Me hallo sonriendo entre lágrimas en todos los momentos.
Me hallo en constante animación sarcástica.
Me hallo en una antítesis entre el deseo y la realidad.
Y me hallo en sueños, que confundo con la verdad. 
En ocasiones me hallo por infortunio en mentiras y engaños.
Al igual que por fortuna disfruto del paso de los años.
Me hallo en este mundo segundo tras segundo, con la incertidumbre de si al próximo seguiré hallándome.
Ahora me hallo, de mil formas pero me hallo.
Vagando en mis palabras, explorando mi imaginación.
Luchando por lo que considero ecuánime en esta desigual ecuación. 
Me hallo en la tierra llena de hombres que se hallan doliendo.
Me hallo dolida por no poder curar y tampoco demasiado cambiar. 
Pero a pesar de eso,aquí me hallo y aquí nunca callo.

martes, 8 de marzo de 2016

El tiempo.

Me ahoga el paso del tiempo.
El tiempo me seduce en cada momento de mi vida.Me ofrece como algo selecto el futuro que está por venir y me incita a olvidar todo lo pasado.
El tiempo y su velocidad.Fugaz, expreso. No te deja siquiera a veces recordar. Te mece y es poco permisivo con eso de dejarte apreciar el presente.
Un presente que te acaricia pero que ya no está.Que se estira por todo tu cuerpo.Que te deja heridas y huellas pero ninguna que no sea capaz de borrar el tiempo.
Un abrazo al presente es como abrazar el vacío,siempre se escapa porque nunca llega a existir, pues ya es pasado lo escrito y es futuro lo que queda por escribir.
Y quién inventaría el presente, el pasado y el futuro. Sino hay un ahora pues ahora ya es tarde y un tarde nunca es mañana. 
¡Qué paradoja constante la mía! Intentando plasmar aquello imposible de realizar. No es sino el tiempo el que nos engaña, el que nos enseña la verdad de la mentira y nos trata como idiotas. Pero ¿qué es el tiempo entonces? El tiempo, no es más que nuestra escurridiza melodía. 

A ti.

En este día de la mujer trabajadora, podría mirar a todas las que me rodean,pero considero inevitable reconocer que el sintagma "mujer trabajadora" me hace pensar en ti.
Tú das sentido a la existencia de aquellos que pertenecemos a tu entorno. Consigues que llueva felicidad de cada acción que realizas, ya sea más grande o más pequeña. Has demostrado ser una mujer, de pies a cabeza, siendo el ejemplo del fruto del esfuerzo.
Tú eres el reflejo de que los sueños y las metas se consiguen a base de momentos de trabajo, de sudor, de lágrimas a veces, pero nunca de abandonos. Eres madre, eres amiga, eres tía, eres amante, eres mujer y eres trabajadora.
Tú, que eres capaz de mostrarnos siempre los pasos a seguir,el sendero de la verdad. Tú, que haces más fáciles nuestras vidas, con tan sólo una mirada.
Tú, que eres de las que si quiere la luna se la baja sola. Tú, que arreglas nuestro mundo día tras día.
A ti, mamá. Por ser la mujer de la que más orgullosa me voy a sentir siempre y cuyo nombre llevaré hasta las estrellas si es necesario. A ti, por no sólo ser una mujer trabajadora y luchadora, sino por ser la persona capaz de transmitir sus enseñanzas a aquellos dispuestos a adquirirlas.
A ti, a quien yo más admiro y quiero, feliz día de la mujer trabajadora. Gracias por serlo.

lunes, 7 de marzo de 2016

P. I.

Despertador.Ruido.Adiós a un sueño.Hola a un nuevo día. Amanecía a las 8 y media para P. como siempre. Levantarse era para ella siempre un juego de azar. Se permitía el lujo de abrir un poquito los ojos, apagar el sonoro despertador y volver a cerrarlos, dejando a la suerte la velocidad del paso del tiempo. A veces los abría y solo había pasado un minuto, otros, casi veinte. La conclusión era que cuando los abría tras ese pequeño juego, debía levantarse si o si. Así es como P. iniciaba los días. Con un poquito de Vetusta Morla de fondo, e incluso si estaba eufórica algo de los Strokes. Y día tras día, amanecer tras amanecer, siempre volvía a la cama con el mismo vacío interior. Sentía que su vida era un sinsentido, que estaba dejando pasar oportunidades que constantemente llamaban a su puerta.



<<No hay más sordo que el que no quiere oír>>, le decía siempre su querido abuelo. Y ella, sentía la llamada de su alma. No era suficiente conformarse con solucionar los problemas informáticos de una empresa. Ni siquiera hubiera sido suficiente intentar llenar su vida en el mundo de la justicia, si la hubiera elegido allá cuando rondaba los 18 años. 
Necesitaba algo más. Algo que se le escapaba, que no era capaz de atrapar. Quizá por miedo, o por temor a lo desconocido, a la vertiente de ese río. 
De esta forma, el verano llegó para P. y sus dos semanas de vacaciones, no le ofrecían ningún plan capaz de completar la pieza del puzzle espiritual que le faltaba por terminar. Tenía claro que todavía era joven para ser madre, y que el problema no residía en la falta de un compañero de vida. No se encontraba vacía en el ámbito amoroso, era feliz así. Su vacío era originado por algo aún más profundo. No podía obviar como algo la llamaba por dentro. Cada día, cuando veía el telediario y escuchaba las dramáticas y trágicas vidas del resto de las personas, algo se le removía por dentro. Una lavadora a presión parecía estallar desde sus entrañas. Y así un día con otro. Ojalá hubiera tenido a su abuelo, y quizá le hubiera aclarado más qué hacer con ese sentimiento. 

Pero P., cuya imaginación era la base de su existencia, decidió llevar a cabo aquello que sabía que formaba parte de su período como humana. Esas dos semanas, cambiarían su vida, y sin duda, intentaría cambiar la vida de más personas. P. se puso su traje, verde, y salió a cambiar su mundo. 



domingo, 28 de febrero de 2016

Fuimos.

Fuimos dos.Pero fuimos mucho más que sólo dos. Fuimos dos almas fundidas en una sola. Fuimos cuatro ojos compartiendo una misma mirada. Fuimos 2 latidos a un mismo compás. Fuimos sonrisas a media noche y lágrimas al despertar. Fuimos amaneceres anaranjados con un poco de Oasis de fondo. Fuimos eléctricas. Fuimos una cama y distintas almohadas, pero un mismo sueño compartido.
Fuimos tanto que a veces me duele recordarlo. Me duele olvidar de vez en cuando aquel sentimiento pleno que tuve junto a ti. Fuimos una luna y unas manos entrelazadas de madrugada. Fuimos alcohol, música y bailes. Fuimos felicidad en estado puro. Tú fuiste mi felicidad en estado puro. Superamos obstáculos, pues fuimos también mucho sufrimiento, culpa de aquello que nos rodeaba. Fuimos eternas, de hecho creo que lo seguimos siendo, pues siempre vas a permanecer en mí. Fuimos guitarra y  bajo. Fuimos un dúo mágico. 


¿Y por qúe dejamos de ser? Quizá por miedo, o quizá por demasiado valor. Fuimos veloces liebres que recorrieron montes llenos de ortigas. Y nos pinchamos. Y nos herimos. Y sufrimos y lloramos.Pero siempre volvía la luz a nuestros despertares, mostrándonos que todo aquello que se desea se consigue. Fuimos una leve brisa primaveral, esa que mece los árboles como si estuvieran danzando. Fuimos pasos de baile un poco torpes, pero fuimos. Fuimos dos bocas fundidas en una. Fuimos saliva y fuimos pasión. Fuimos un libro que todavía no está escrito. Fuimos una partitura en do mayor. Fuimos el calor de agosto en la playa de Formentera. Fuimos agua, sí, agua cristalina y pura, como tú, siempre tan transparente que asustabas. Por eso, quizá me asusté. Porque no quería que te desvanecieras entre las yemas de mis dedos. Fuiste hábil, vaporosa y fugaz. Fuiste una estrella fugaz. Y yo intenté seguir tu estela. Pero fuimos. Fuimos, somos y seremos. 

Destrozamos los pilares de lo establecido para sólo entender de amor. Desatamos cabos y nadamos sin rumbo. Admiramos el sol incluso cuando estaba nublado. Aprendimos a remar en aguas turbias y a siempre salir sanas y salvas de ellas. Fuimos mucho, y lo seremos siempre. Fuimos dos mujeres que se amaron,sin límites y sin barreras. Fuimos dos. Fuimos mujeres. Y nunca nadie dirá que no hemos sido aquello que fuimos. 




Para todas las mujeres que se han amado.

lunes, 22 de febrero de 2016

Al son de mi compás.

Vivía con la única preocupación de conseguir aquello que me proponía. No me paraba a escuchar las olas que rugían junto a las rocas.Tampoco disfrutaba observando el cielo azul y el lento movimiento de las nubes. Si te estás preguntando si era capaz de escuchar mi canción favorita sin bailar, sí, lo era. Odiaba bailar, me causaba vergüenza, sentía que cualquier mueble de mi habitación estallaría en carcajadas al mínimo movimiento, y qué decir si era con personas delante.
Evitaba todo aquello que pudiera llenarme, tan sólo me centraba en conseguir llegar a lo más alto en mi profesión, en mi carrera. Y así viví unos largos años sin azar, años sin sorpresas y sin más latidos que los automáticos producidos por mi corazón, que para mí entonces era tan sólo un órgano.

Pero una noche, mientras trabajaba en mi último proyecto,me di cuenta de lo poco feliz que era, de lo poco que disfrutaba mi presente y de cómo dejaba ir los días y las noches. Apenas dedicaba tiempo para mí. Para mi propia felicidad. No pude dormir y barajé infinitas opciones de cambio. Entonces, sin obtener solución posible, decidí pronunciar un "ojalá". Y ese fue el ojalá que cambió mi vida. 

Dejé a lo que me dedicaba y decidí pasear descalza por la playa ( que decían que era muy agradable), y lo fue, pero lo mejor de ese paseo fue encontrarme con unas huellas que recorrían el mismo sendero que yo. Las tuyas. Las de mi plenitud. Así, un día cualquiera nos encontramos en la playa. Yo había deseado con todas mis fuerzas un "ojalá", un poquito de luz y esperanza a mis días grises. Y contigo encontré la gama entera de colores. Mis días se volvieron un arco iris repleto de brillo,y mis noches experimentaron felicidad no conocida anteriormente. Dejé de tratarme como una máquina cuyo objetivo es satisfacer a los que están por encima, para satisfacerme yo. Para sacarme sonrisas y para provocar lágrimas de felicidad. 
Y que hubiera hecho sin ti... Si esa tarde hubiera decidido quedarme en casa enfrascada en mis asuntos, en vez de  ir a la playa a desconectar a pesar de no saber cómo. Ahora mi vida está llena de "ojalá", pero de esos por los que luchas por conseguir, ya sabes, dejas un poquito a la suerte y al destino y otro poco lo realizas tu. Pues así. 
Ya ves, un corazón no es sólo una máquina de bombear sangre, y me doy cuenta ahora... Cada vez que te veo y pronuncio tu nombre, un corazón es también el medio por el que mi cerebro y mi alma se ponen en contacto para latir fuerte y desprender alegría. Pues eso es lo que trajiste a mi vida, alegría, y siempre estaré en deuda contigo y con quien te puso en la arena esa tarde. 

Ahora, la vida no me mueve a su mecánico y ajetreado ritmo, sino que yo soy la que mece mis días. Ahora la vida baila, al son de mi compás. 




martes, 16 de febrero de 2016

Estaré bien.

Desperté tras un sueño profundo y doloroso. Estabas tú (cómo no). Y estaba yo. Estábamos ambos descansando en el asiento trasero de tu coche. Yo contaba tus pecas mientras tú te dedicabas a mecer suavemente mi pelo alrededor de tus manos. Entonces te girabas para observarme detenidamente, sí, como solías hacer cuando me llevabas al cielo. Te gustaba verme. Era satisfactorio quizá para ti. Y yo qué se. Pero me mirabas, con esos ojos tuyos que podría retratar una y otra vez. Esos ojos que nunca jamás olvidaré. Y entonces desperté. 
¿Por qué doloroso? ¿Por qué duele un sueño en el que nosotros somos los protagonistas? Un sueño que bien podría ser una imagen cotidiana de lo que fuimos. Dos amantes que se observan. Que se sienten y que se acarician. Dos almas unidas por un sentimiento llamado amor, sí, así le dicen. 
Pues dolía. Dolía porque en esta jodida realidad yo ya no soy a quién tu observas. Tus dedos no se enredan en mi cabello, ni tampoco tus ojos se clavan en mí ser. Y joder que si duele. 
Te marchaste en invierno. Como siempre. Sabías que odio  el frío  y aún así te empeñaste en hacérmelo gélido. Cogiste tus recuerdos y te los llevaste lejos, los quemaste con un espejo y el sol. El sol que fue testigo de aquellas tardes veraniegas en las que solo existíamos nosotros. Y nadie más. 

No soporto esta agonía. Es un túnel sin salida. Sino es ese sueño tan amable que me duele y que propicia mis lágrimas sin más prospecto que un corazón roto, es una pesadilla en la que tu ya no estás. Pero lo peor de ésta, es que en esta vida real, tu ya no estás. Yo ya no te tengo. Por eso mi corazón está roto en pequeños cristales. Tú sabías que mi corazón era de cristal. Moldeado para tí. Modelado a tu gusto. Y decidiste romperlo así. Sin un por qué, sin una razón de fuerza mayor. 


No me has dejado darte todo el amor que tenía en un cajón de mi alma guardado. ¿Por qué? Mi lamento ahora es ahora lo único que quiero hacerte llegar. Qué estupida, pensarás. ¿Qué hace intentado amargar mis días? Dirás. Pero no. Yo solo quería seguir poseyendo tu luz, aquella que iluminó mis días oscuros cuando todo me escocía. 


No sé. Supongo que seré la culpable de mi propio dolor. No puedo culparte más. ¿Qué culpa tienes tú si yo no soy para ti? Ninguna, claro que no. Quizá es hora de remontar, ¿no crees? Ahora, que la primavera está cerca y los almendros en flor, encuentro esperanza en cada rayito de sol. Sí, ese sol que ya sabes, nos calentó en algún momento durante nuestra bonita historia de amor. Al fin y al cabo, de las historias con finales tristes y dolorosos siempre se extraen momentos bonitos y eso es lo que hago yo con la nuestra. Sobreviviré.Y ya sabes que tienes un palco en mis sueños,porque últimamente no sales de ellos. Espero que sonrías como lo hacías conmigo, y que esta primavera florezcas de nuevo. Y yo.. yo estaré bien. 

lunes, 8 de febrero de 2016

Magia.

Era domingo. Nunca me habían gustado los domingos, quizá por la melancolía y el agotamiento ligado a su nombre. Son el después de una fiesta y el antes de la rutina, ese espacio intermedio en el que el tiempo se para para dejarnos reposar lo vivido y prepararnos para vivir más. Ya sabes, domingos. Pues sí, ese domingo salí para verla. Y no, no lo tenía planeado, pero hay planes que el destino escribe sin que nos enteremos, con tinta invisible. Y así eras un poco tú ¿no crees? Un poquito invisible a veces, y al mismo tiempo era imposible no verte, no mirarte, con esa luz que desprendías. 
Pues ese domingo te vi, nos vimos. Y sentí tu electricidad. No sé si os habéis topado alguna vez con una chica como ella. Su cuerpo parecía penetrar en ti con solo rozarte, y sus ojos hablaban por sí solos. De su boca ni hablamos, capaz de desatar tempestades y aplacarlas de la mejor manera posible. 
Ella era el viento que soplaba a altas horas, y la calidez de un abrazo. 

Y yo, que quería volar, que quería despegar y alejarme de todo lo que me rodeaba, pensé que ella podía construirme unas alas y volar conmigo allí donde hubiera nadie, solo nosotros.
Pero el paso de ella por mi vida fue tan efímero como mi vuelo. Me llevó a las estrellas, me enseñó cada uno de los planetas, aprendí a amar en Marte, recorrimos galaxias y exploramos agujeros negros, y cuando quise volver a respirarla de nuevo, aparecí en casa. Con nuevos recuerdos. Con nuevas experiencias. Con mucho visto y aprendido. Pero sin ella. 
Y ya nada me valía. No me valía haber llegado a lo más alto pero estar ahí sin ella. No me valían unas alas que no pudiera repararme ella. Mi ángel. La que me enseñó que incluso lo más lejano está siempre más cerca si lo imaginas. La que me enseño que "posible" es siempre más probable que "imposible". La que hizo crecer flores donde solo había desierto. Ella llegó a mi vida, para que yo tocara el cielo, para que yo supiera y creyera que pudiera hacerlo. Y lo hice. Y aunque me costó entender el por qué de su huida, el por qué de tan triste final, entonces comprendí, que todos tenemos la oportunidad en esta vida, de compartir el tiempo en algún momento con una estrella como ella. 
Y entonces me di cuenta de que siempre hay que creer. Creer en la  magia. Porque ella era eso.
 Ella era magia.