jueves, 29 de diciembre de 2016

¡Ayuda!

Esta realidad no hace más que molestar.
Me duele, me hiere, me pincha, me aturde.
Oigo y escucho los gritos de niños,
de madres, de hombres, gritos de muerte sufrida,
de terror compartido, de heridas internas.
Veo la muerte, manipulada, machacada, cabezas,
que giran, que vuelan, sin más, no más vida,
no más sueños, sólo tesmpestad.
Armas, disparos, bombas, llantos,
colegios, ciudades, países enteros.
Y mientras, el oro, el dinero,
la realidad construida como un entramado de engaño.
Nos mienten, se ríen, y nada cambia.
Nada deja de doler, ese niño no deja de llorar.
¡Por favor que paren ya!
Las guerras, esta puta sociedad,
presidentes que se ríen y se regocijan en su falsedad.
¡Ayuda, necesitamos, más, necesitamos cambiar!
No podemos, no puedo, con estos aullidos,
de ayuda, de espanto, de "¡quiero seguir vivo!"
Ya no sé que versos escribir para esa persona de ahí,
que sé que con ojos vivos, siente que muere en cada amanecer.
Ya no sé, cómo puedo expresar este llanto interno
que empapa mi alma, de rabia, de dolor y  frío.
Ya no sé, como vivir, en este hastío,
en esta vida injusta,sin moral y dolorosa.
Ya no sé, como hacer frente al temporal
de sentimientos, que me envena por vía intravenosa. 
Y aún en contra de lo previsto, en contra de esa quietud,
no dejaremos que nos seduzca el conformismo.
Ya se acabó el darlo todo por perdido, ya se acabó el pesimismo.
Disparad si queréis, que no hay bala tan fuerte
que traspase el corazón de un mundo entero unido.
Matad si queréis, que a las palabras no las asesina nadie,
ni nada puede borrar la esperanza con las que éstas han nacido.
Conseguiréis hacernos daño, pero nunca arrebatarnos la fuerza.
Conseguiréis sacrificios y gritos, pero nunca separar las almas.
Conseguiréis daño y dolor, pero jamás conseguiréis
lo que puede alcanzar un corazón.

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